SI LA BESAS EN UN PASO DE CEBRA, LA ENAMORAS
Compártelo

¿Recuerdas aquella época en la que todo eran grúas? Sacabas al perro a dar una vuelta a la manzana –la segunda vez del día– y volvías a casa con unas vibraciones que te percutían el pecho; el aire, quizá, no era todo lo limpio que desearías, pero qué importaba cuando, después de pasear a Pablito, tu mascota, siempre regresabas con el ego por las nubes a causa de los muchos piropos que te habían propinado. Ay, qué tiempos.

Hoy, poco nos queda mas que la nostalgia. Menos mal que los chicos de BoaMistura se han puesto los cascos de albañil una vez más para alimentarnos el ego, el alma y el corazón con esta maravillosa acción de vandalismo poético en los pasos de cebra madrileños.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR